iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

jueves, 6 de mayo de 2010

Me vuelvo puerco


Mis influencias vienen de golpe, mezcladas entre papeles y tachones.
Te parezca un sin sentido o que no viene a cuento… sigo pa´lante.
Me vuelvo loco y tiro facturas por el balcón, que vuelen, que cojan también aire.
Me vuelvo puerco por no lavarme los pies y siguir atrasando eso de estudiar para ingles.
Imperfecto de nacimiento, incorregible de por vida.

Chirrían las pizarras, nunca me atreví a arañar dicho material.
Que estallen tus oídos si les da la gana y que queden mal de una vez maldita.
Payasos parlantes van por las calles cuando yo llevo los cascos y logro aislar.
A mi alma y su contradicción brutal, que vuelquen los árboles pero que me dejen pasar.

No es el momento adecuado, es la colisión de mi mente y su coalición.
Es el momento perfecto de abrir las puertas aunque suene la tele de fondo.
Con corbata y cara de inepto me voy a ir tropezando con cuerpos de papel.
Conocidos de vista que nunca en mi vida tocaré… disimuladamente quiero que veas que estoy de regreso.
Con estos pelos, con un careto del quince de rima asonante que hoy me sale.

Pon la mesa y hagamos de esta tarde una velada especial.
Mi energía hace pensar si puede ser que me comiera alguna de colores.
Brinca salta y llora y entre carcajadas escapa de la rutina.
Agarrate a la correa del perro, va suelto, es tan libre como yo los martes y trece.

Los días dicen que se quieren acabar, que mueren por terminar.
Les dejo, que hagan lo que les salga como yo, que pisen mierdas y dejen huellas.
Atrás vendrán los que se rian de mi futura lotería y es que mi alegria extraña.
Porque es raro soltar sandeces tan grandes, verdades retenidas…

Patina hasta dar el patinazo que siempre te sacaran la falta perfecta.
Mira que día de nubes, que sin sentido entre renglón y párrafo.
Que poco sentido viene a tener mi canción, que motivación tener tanto que gritar.
La inspiración surge del ruido en el que sabes que es el momento idóneo.

Y mira que me meten bullas, para que termine la dichosa rima del caos mundial.
Todas las estrellan sobre mi cabeza y su peso que hace que las disperse por toda la casa.
Como si me la fuera a secar después de una ducha fría que sin duda alguna necesito.
Que como buen puerco me daré pasado mañana…

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