iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

sábado, 18 de junio de 2011

Maleficios tardíos




Soledad, OH puta soledad que arrastras incluso con estrenadas puritanas
Que se olvidaron de borrar del carnet de la vida una vida vivida
Una vida momentánea que hoy se presenta como un pasado a saborear
Quedando señas que se remarcan como autenticas cicatrices nuevas
Cuando es tarde, demasiado tarde para que alguien te quiera prestar tiritas

Pasara el tiempo o no mis juramentos se cumplieron
Quizás ahora sin venir a cuento estropea tu argumento
Y te lleva hasta la cola del pelotón de los sin trabajo ni objetivos cumplidos
Son los maleficios tardíos los que siempre están dispuestos a clavar los egos
De quienes tocaron el cielo sin importar los efectos terciarios
Corroborando que el suelo es terreno de todos, de santos y demonios

Soledad, OH pequeña soledad que a nada le haces asco, nada es lo suficiente lejano
Se guardan antídotos de efectos con retraso, siempre acaban haciendo caso
Y hoy rematan tu anterior regocijo con un efecto certero y demoledor
No quieren de ti las cáscaras, quieren juego y cerebro, ataque profundo y pago en efectivo

Olvidé retirarlo, olvidé tener compasión y con lo justo de dios llegamos a este momento
En el que yo mismo me arrepiento, mala cabeza la mía no volver a desearte lo mejor…
Retorno fuerte de olas que se comen las orillas de sirenas de cantos tranquilos
Olvidadizas de su conciencia y con lo puesto nadan, nadan hasta que un torbellino las lleva al fondo
Sin aire ni tiempo los maleficios tardíos hacen su demoledor efecto de cobrarse lo deseado

Pensé que me haría viejo contando caídas de granos relojeros
Y visco siguiendo las agujas de otro tanto de maquinas de pulso
Pero hoy maldigo el tiempo, arrepentido de tal destino, como me escuchó este dios
Y aunque hayan pasado los años, mira que no se le olvidó…

Y voy a la nevera caliente de mis arterias a reventar todo lo que allí pueda quedar
No, no quiero mas ajustes de cuenta, nunca encendí velas negras pero aunque fuera
Soplo, con toda la fuerza de la humanidad, te deseo ventiscas que te devuelvan
A esa cara, que ya no es la misma, esa sonrisa que yo sé que ahora es fingida…
Y aunque a veces la vida no es justa yo necesito ser justo con quien por un tiempo fue mi vida

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