iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

miércoles, 4 de julio de 2012

El minuto de oro




Con lo frío que ha sido este invierno y lo lejos el uno del otro
Yo en otra cama, tu intentando quitarte despojos de dolor gratuito
Con lo que yo te busqué y lo imposible que lo veía todo…
La de veces que el labio me llegué a morder, nunca era el momento, siempre estando tú en frente

Evaluarte a ti nunca es fácil, ponerte nota ya ni te digo
Tú, al que por inercia le negaba la palabra, al que quería contarle una vida y siempre acababa en nada
Ahora sabes que pienso, que fue de mi todo este tiempo
De cómo me arrepiento y me alegro de haber aguantado dos, cuatro, seis meses agazapado esperando
Verte, un segundo de miradas de reojo y así no tener que pararnos
A la vez deseando encontrarte de frente y sin escapatoria tener que decirte algo

Por muy tonto que fuese, me gustaban los miércoles, los jueves y los viernes
Utilizarlos para oírte, para verte sin escucharte… eras el ser desconcentrante
Siempre que esté a punto de llegar Junio te recordaré, como el principio de la historia con el príncipe
Sé cual es el día pero no te lo diré, no quiero asustarte, haré como que no fue tan importante
Y cuando quiera gritarte algún te quiero porque ya no pueda callarme, te diré continuamente lo tonto que eres…

Tú tienes la culpa, por tener menos vergüenza que yo
Porque no te das cuenta y te olvidas del resto
Porque así somos más sinceros y yo me estampo contra muros de contención…
Que más da si ya tú ultima mirada me mató y me importó nada lo siguiente

No me digas por donde van tus derroteros, creo que no estoy preparado
Sin darme cuenta te estaba besando como si nadie pasara por nuestro lado
El minuto de oro me lo regalaste bajo la luna más plateada del año
Nunca fue tan excitante ponerme de tu lado, que me des la razón y te calles porque sea yo el que mande
Y así vamos, una vez tu y otra yo, poniéndonos de acuerdo, no teniéndonos en cuenta a quien le toca y a quien no

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