iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

lunes, 17 de enero de 2011

Viceversa



Derrepente nos encontramos en pleno sentimiento contradictorio y se me desmonta la casi torre de ideas
con mil cosas en la cabeza te me plantas por cabezonería y pantalones púrpuras
quien eres, de donde saliste que te tuve miedo y del humo brotas en forma de rosa
como tu piel cuando cae la rociada, la navidad y su luz incluida nos cae encima
si no hablamos antes fue porque eres arisca y como gata de desconfianza enseña uñas
mientras con la mirada te relame las plantillas, suaves algodonadas alomadillas
que utilizaste hasta llegar a mi, no sé si de puntillas o en pasos de bailarina de porcelana

resultaste no ser tan rara, resulta que reventó la pipeta de pruebas
y se lió parda, de gato a leona de la sabana inhóspita
esa en la que solo llueve de madrugada y a escondidas
porque es cuando se enfrían las cervezas y el conjunto de sillón y estufa se vuelve acogedor...

no me gustan los tronos ni los altares pero te dejaste olvidada una corona
esa que consiguen las que callan y pasan de largo sin mirar atrás
las que a menudo no regresan, a las que sin saber se les hecha en falta
es el premio sorpresa que reciben los extraños, las posteriormente conocidas como únicas
esas que vuelven distintas y por un tiempo contado, se valora su estancia...
dejan huella, se vuelven a ir sin dejar pista y así te vuelves viceversa en tu presencia

es lo que tiene darle valor a encontrarse con gente que tienen un fondo colateral
hay gente que no valoran los pozos del café, otros te sacan su historia
improviso, que seria del mundo si fuéramos todos igual... que seria de mi sin explotar mi lado humano
romper con las reglas de las que otros alardean, sentir porque me haces sentir al mirarte a los ojos
esa frialdad se nivela con tres copas, estas manos resultan estar igual de arañadas por debajo

y así, en mi nidito de cuco, revoloteo por historias que hace mucho que terminaron
hoy soy pájara de reloj, hecha de madera hueca, petrificada por los palos
por tanto moverme fui descubierta en muchas ocasiones de relámpagos
esta noche es la noche perfecta para permanecer quieta y dejar que se mueva la manilla
a su ritmo y antojo, la obedeceré sin quitarle la vista desde esta manta de croché de flores rotas

un par de rubias y caigo en trance, necesito olvidar ya el día que me pisoteé, morirse por hoy estaría bien...
abrir la puerta de nevera y que enfríe todo y así taparme, pasando frío se disfruta el doble…
siguen arrastrándose los vecinos y esos muebles que tienen vida... para que luego digan que soy yo quien grita como una Alien
pero mi sueño empieza a teñirse y sin tapones empiezo a dejar de oír, la vida y sus quehaceres empiezan a alejarse
me cuelgo de dos pesas estas pestañas y la luz de la mesita se queda encendida
ya se encargará el calendario de despertarme con sus compromisos de niña mala
por el contrato que tenemos de horarios y alarmas, por eso de no ser amiga del día
y así avanza el ser viceversa, sin teléfono ni cobertura, con la ropa elegida al azar…

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