iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

sábado, 4 de agosto de 2012

Emma Débora


Emma se cambia el nombre cada vez que se le antoja
No sale los viernes y mira a través de la ventana quienes lo hacen
Si no esta muy cansada se da una ducha, sino la prorroga hasta el sábado por mañana…
Emma tiene una agenda donde escribe lo que nadie sabe
A ella marca cuando va en autobús hasta la otra punta de la cuidad, donde medio trabaja
Tiene el borde plateado y a sus espaldas le dibuja bonitas rosas descapulladas
Del color que ese día lleve el bolígrafo… las hay azules, rojas y negras
Estas les recuerdan a todos esos que dejó en una cama, yéndose sin despedirse
De todos se considera viuda, de ninguno fue esposa pero no llega a reprimirse
Nunca le dice a su madre donde estuvo, siempre hay fiestas por las cercanías
Hasta ella nunca llega ninguna de sus músicas, aun así, nunca le protesta y duerme tranquila
Emma tiene tela y muy corta la de su falda, mide algo más cuando no lleva sandalias
Que más da, todos tenemos la misma estatura en la cama…

Emma tiene varios tacones, quizás una docena, para echar así dos semanas de puntillas y elegancia
Emma duerme con la luz encendida porque ya la apaga cuando ama…
De las noches no se fía, si fuera por ella no dormiría
Odia el verano y no tener esa cita que la haga ponerse un traje de vuelo que la ponga fresquita
Emma no da explicaciones cuando se murmura que besa a mujeres a la puerta de hoteles
Del pueblo a la ciudad tan solo hay dos paradas que podría coger cualquiera…
Después todo es cuestión de palabras intencionadas aunque no se sepa bien de que se habla…
Emma va ahora de rubia, dice que así se siente más oxigenada y consigue respirar
Se viste de corto sabiendo que tendrá que lidiar a toda una plaza
Hay verbena y esta vez es verdad, y allí que se planta ella como la más confiada de los geranios de la aldea con una morena a cada brazo

Emma tiene ya los treinta y tres y pone el freno en seco a los excesos, esta vez
Quiere querer a alguien, no quiere encasillarse…
No quiere parecer infeliz por eso se agarra fuerte a él cuando van por la calle
El le sonríe y ella le enseña dientes, ocultándole y callándose así una vida con mil vertientes
Se pone el abrigo aunque hace ya meses que nacieron las nuevas flores del parque
Dice que esta entrecortada, no quiere encontrarse a nadie que la reconozca
Ni a ella ni a sus tatuajes, bonito jardín de amapolas que la decoran
Emma no sabe lo que quiere pero con todo eso tira hacia delante como lo haría su madre
Una casa en este caso queda tan pequeña… solo ella sabe lo que pesa un alma vacía
Emma y sus crucigramas, sus letras con tres pies y sin cabeza, ninguna de ellas acierta
Dos días después va por la avenida holandesa, donde ella nació, sola, donde ya no trabaja

Emma se tiñe las canas con acuarela o se las arranca, ya no le importa por donde salgan, ni la velocidad a la que se reproduzcan
Emma colecciona cosas, tantas que con los años no pudo abrir de par en par la puerta de su casa
Dibujó tantos tulipanes por las paredes que se siente perdida en mitad de un campo de colores y penumbras
Emma ya no tiene atino, se pinta las cejas, cada una de un color y demasiado arqueadas
Siempre parece feliz aunque no lo esté desde hace dos décadas…
Se decora la boca y se la desgracia, demasiado carmín, demasiado rojo para haber dejado ya la profesión
Emma compra postizos en el ultramarinos mas cercano y revive éxitos de antaño
Cuando soltaba su melena sobre algún cuerpo que se había fijado antes en el suyo
Y baila, entre todos sus cacharros, sin poder ir del cuarto al lavabo… vive hasta el extremo en su metro cuadrado
Y crea la mas fantástica historia sin oír a los vecinos, que desde hace año y medio la llaman loca
Emma cae cansada al suelo y descansa ya entre aparatos rotos que nunca utilizará
Nadie la llamará para ver si está bien, nadie la echará en falta, nadie llamará a Emma…

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