iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

jueves, 9 de agosto de 2012

Desapego




Estaría bien que me perdieras, que fuera tarde y madrugada
Que no tuvieras a nadie quien te tapara y te acordarás de aquella manta
Que nos rozó en aquella primera vez de calor que te dejaste llevar
Que no te importó nada y no necesitaba ni que te mandara…
Ese eres tú, el que daña y engaña, el que no tiene madera con sabia sana
Yo que quise que crecieras y tocaras las palomas blancas
Pero nada, no las alcanzas, insuficientes tus ramas y se te cagan, que mas quieres que haga?
Comienza el desapego, el que me duele, en el que no se comprende… no te mereces mi vida

Me convierto en lo peor, en un puro dolor que me lleva a los sótanos
Decepción al cuadrado por haberte esperado callado, por no recibir lo esperado
Por no recibir nada, es eso, forzosamente obligado a verte de otro modo
Por haberte sobrevalorado cuando todos me dijeron que no, que no eras tanto…
Pero yo aquí, duro y pasado de tonto, intentando darle un último aliento a mis necios sentimientos
Los que te convierten en ser superior, uno más del montón…

Suerte, te deseo la suerte, esa que a ti para mi ni se te pasa
¿En que me he convertido? Cuanto te he tenido que demostrar para que te importe una milésima
El que vaya derecho por la calle, el que mis ojos ya no sean más que sombras de bosques
Estrujaste el verde y luego lo desechaste, con toda su fauna, con toda su gente…
Me da miedo volver atrás y ver lo que éramos, lo que fuiste, lo que serás…

Luego no recibo ni respuesta, sigo pensando en ti y no hay palabras
Yo que te escribiría toda una vida en granos de arroz, toda la vida perdería…
Pero creo que llegó el momento de reacción y rebeldía, que me darías?
De agarrarme las pelotas y botar, lejos de esta discordia que siempre viene a morir a la bahía
Donde mueren todos los ríos y llegan algunos peces con la medalla de la valentía…

Y aunque el mar me sepa a poco… buscaré la guía esa para encontrar a quien por mi bebería
Todo el agua que en él entra, para que así nos encontráramos antes, minimizar la altura y sus olas
Hacer de la profundidad orilla y cama de algas frescas, ese sería el final de mi valentía
Haberte perdido en la sequía marítima y no acordarme ni de la importancia que tenías en mi vida
Porque la habrías perdido igual que el resto de personas que yo nunca conocería…
Tan poca importancia que tras engordar mis mejillas vuelvo a cerrar los ojos y me vuelvo a agarrar a tu valentía, esa que me demostró que el desapego es la mejor solución contra la apatía

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