iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

sábado, 10 de marzo de 2012

El estado momentáneo

¿Cuanto tiempo pasó? ¿Cuanto separados?
Solo sé que volvemos a estar en este punto, este que un día nos separó…
Ahora todo está en las manos, quien se raje perderá el rumbo y no, no estoy dispuesto
Pero tengo miedo, inevitablemente tiemblo si pienso que podemos pasar de diez a cero
Por lo que no pienso y paso a un estado mejor, el estado momentáneo
En el que simplemente paso el tiempo disfrutándolo

No sé bien porque volvemos a este momento, nadie nos dijo que volveríamos tras el colofón
Apestó a apagado y con eso nos rendimos aquella ultima, huyendo del humo…
Ahora estoy frente a este espejo, colocándome el pelo en su sitio, para ti y su amor
Quien me lo iba a decir, sonrío cuando pienso en ti, todas esas veces que lloré en otra ocasión
Y te me vienes rápido, a plena voz, en directo, por la espalda y directo al corazón
Eché tanto de menos tenerte merodeándome este cuerpo

Tengo miedo, te lo confieso, eche expectativas a una balanza y tras darme la razón…
Algo falló, se volcó y todo saliendo rodando, cuesta abajo y yo sin querer frenarlo
Por cabezonería, por basarme en el no y no pensar un momento que fuiste tú quien creó mi yo
Ese loco halcón que vive en el estado momentáneo y no quiere saber más del mundo
Ese que finalmente se arrepiente y sigue diciendo que no, aunque sea lo contrario

Te negué, lo sé y derepente vuelves, como estaba escrito desde hacia meses, yo sabia que me adelanté
Pero seguí hacia delante y a mitad de camino dije: que hice durante todo este tiempo en balde…
Tu no hablaste y cuando lo hiciste, cuando eso siempre fue a la hora del té, una vez al mes…
Y poco a poco fui necesitando de cafés, de constantes palabras, aunque no tuvieran coherencia ni fe
Que me asaltaras sin preguntarme, ese fue el resucitar de mis ganas por ti, a las que me negué engañándome

Ahora no te suelto, sigo hablándole a ese espejo y al hacerlo te dibujo corazones de vaho…

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