iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Violeta


Victoria quedó lastimada, lo que no significa que abandonara
Hizo las maletas y corrió descalza por la carretera
En el mismo sentido que los coches iban, jugándose una puñalada trapera
Quizás hacia sus cávalas y prefería esa a otra en la que viera su cara deplacer mientras la silenciaba

Vicky no tenia hijos pero estaba esperando uno, pero nunca se lo dijo
La camuflaba con las cervezas que él la obligaba a beberse
Para luego tener una noche de excesos en la que ninguno se detuviese…
En la que ella se dejaba hacer deteniéndose cuando se le venia una arcada de asco

La señorita M no mantenía contacto con su madre, la perdió cuando se la ocurrió perderse con el
E ir de circo en circo, probando todo tipo de caravanas a cual más colorida
Lo que no significa que dentro hubiera ninguna fiesta
La música se apaga cuando termina el espectáculo y es ahí cuando empieza el suyo propio…

La señora Mertens es la trapecista, la que se la juega, la que tiene q confiar en él
La que duda siempre que cae, la que nunca esta segura que el la vaya a coger
Se pinta de purpurina y su pelo recogido deja ver sus dedos de ayer
La señal de que escapó, la que se tapa con maquillaje del malo

La chica guapa del Circo Luna ha desaparecido y nadie sabe donde pudo ir
Todos miran a su compañero, ese del que nunca dijeron que por las noches la gritaba
El grita poseído, lo que nada hace desconfiar ante tal circo
Otros piensan que ya tuvo tiempo hasta de deshacerse de tal muñeca

Violeta levanta sus piernas una vez pasada la frontera y las deja descansar sobre la silla que tiene enfrente
Bonito bar ocre de carretera al que ha llegado sana y salva dejando atrás el mundo en pie
Suenan los 80,s y parece que ha llegado a otra época, acaba de dejar una vida atrás, sin detenerse
Y no se pregunta si la estarán buscando, solo quiere disfrutar de los primeros segundos siendo una individua
Desconocida, solitaria, a la que nadie le diría que miente diciendo que se llama ahora Violeta

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