15 de febrero

Te regalo una rosa en blanco y negro, de incógnito, en silencio
Te la dejo señalándote mis pasos en retroceso, ya te la dejé, me voy medio contento
Sabes que soy yo, ahora tu solo dedícate a quien te regala un ramo completo
Quien está al frente del mundo, para las buenas, los supuestos mejores momentos…

Gracias, por haberme callado la boca con todos los imposibles que pueden existir
A todo me dijiste que sí, y sorprendido solo pude hacerte frente, al mismo nivel
Yo de aquí al fin, tú de aquí a la próxima vez que nos recordemos y te vuelva a venir ese latir
Del que a menudo te olvidas, que se va incubando y al que creo que no sabes bien enfrentarte…

Con los años puede que te gane, por eso veo bien que te arriesgues y que vivas antes de que llegue
Sabes que te esperaré, como ese que siempre solo único que quiso fue cuidarte…
Con todas sus ganas, dejándose llevar solo por la frente y olvidándose del serrín que englobase
Porque no hay relleno que le aleje, tenerte aquí en echar agua sobre aceite, siempre a flote…

Mírame, alejándome de ti a más no poder, te dejo que seas hoy un demonio feliz
Porque el angelito ya lo llevas al lado, cargado de flechas y corazones superficiales
Casi tanto como los tuyos… los que me entregas cuando te olvidas de quien de repente hoy está ahí
Y yo… solo maldigo este día queriendo que llegue rápido el día siguiente
Y mira que me pregunta si iré a buscarte… pero no, no es mi día, yo ya lo celebré el sábado…
Cuando me diste el regalo de mi vida sin esperarlo, aunque luego te fueras por mucho tiempo

Es nuestro acuerdo, lo de siempre, los dos callamos, yo me lo trago y tu te limpias las manos
Tú no tienes escrúpulos y yo me quedo sin aire con tanto…
Las tonterías dejaron de serlo y aunque aquí yo sea el único llorado
No aguantarás la presión del despreocupado por ser embustero
Y lanzar tantos te quiero sabiendo que a otro le regalas tu cuerpo…

No me río, pero quiero hacerlo, me hacen gracia tus te quiero…
Me convertí en el dueño de tus silencios, el que disfrutas tus anhelos
Y da paso a esos deseos que van sin tabú y sin secretos…
Yo que toqué el final de tu alma y tengo que callármelo