iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

martes, 29 de mayo de 2012

Poca cosa


Sálvame la vida, así, hablando y dejándome callado, embelesado…
Cuéntame, tú cuenta que yo me dejo volar, voy y vuelvo
Son demasiadas las ganas por tu cuerpo, tú tan cerca, yo tan fantaseado…
Mi respirar se acelera provocando terremotos cardiacos
Deja que te toque la oreja por última vez, quien sabe si no vuelvo…
Dejo mis dedos y su tacto intactos, si no me ves luego me los pruebo…

Dime que ves, estos ojos siempre cantaron demasiado
Y aunque me da miedo tu reacción… siempre acabas volviendo
Soy esta poca cosa que siente por todo el resto de humanidad
El que salta, se sienta, se inquieta y se aprieta los nudillos en la espalda
Tengo ganas, muchas ganas porque me es superior tú presencia tan cerca

Te envío cartas desde mi guarida veraniega, donde no hay palmeras ni agua
Esto es un continuo oasis que no se cansa de aparecer, este verano se me hace corto y cansa…
Te envío cartas desde mi refugio de invierno donde enciendo velas e inciensos
El humo dibuja siluetas bailarinas que van subiendo hasta al techo según su desanimo
Ahí estamos tú, yo y esta balada de sobrecogimiento, estamos a punto de chocarnos y perder el cuerpo…

Espero a que te vayas para irme yo, así, tranquilo… es la regla del ego amor
No te tengo pero me lo creo y así te protejo, tengo todo el poder que se tiene en los sueños
Te agarro como si fueras a caerte, como si tras esto cayeras al océano


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