Que sea lo que dios quiera…

Se acabó, se terminaron las hojas y llegué al cartón, no hay nada más que pasar
Tuve que estar al borde de la UVI para pensar como nunca, enfriarme la corteza cerebral
Y darme cuenta, me guste o no, que ahora mismo no eres la medicina a mi enfermedad
Todo lo contrario, incrementas las cosas malas sobre las buenas y son las únicas que quedan cuando te vas
Y no me sales a cuentas, no merece la pena sufrir si mientras tanto nada me dice que eres lo que al final me quedará

Ahora me seguirás tú, yo perdí las fuerzas y no me merezco la pena ni englobarte en mi planeta
Hay tantas cosas que quedan fuera cuando estas cerca, y yo soy tan poca cosa para tus espaldas…
Que duro es ver como no te giras, cae la noche y te fuiste sin decir adiós, esta vez no hago nada
Si quieres irte vete ya y que sea lo que dios quiera, yo poco a poco dejo de fumar…
Y le doy una oportunidad a quien no se cansó de esperarme en la esquina de mi pasotividad

No hay alcohol que valga, ahora soy yo quien va a luchar
Para correr sin problemas por esta cuesta arriba, sin la idea de que arriba me esperas…
No tengo agua, ni sueño con la baba de tus besos como salvavidas
Esta locura me la empiezo a arrancar por tus pocas ganas y mis repentinas ganas de reaccionar
Ya no muevo ficha, que sea lo que dios quiera y aunque me duela… no creo que supere a lo que es esperar

Olvidarme de ti no será fácil por lo que intento no pensarlo, me hago el tonto
Soy como un bicho palo despistado que se engancha a tus pezones y no suelta
Tú tiras, yo me resisto, y en el forcejeo voy al suelo, como todo lo despojado
Últimamente pienso mucho que esto de insistir en silencio no es bueno
Cada vez tengo menos brillo, estoy mas lejos, no sé que digo…

Rozo lo idiota, no se si llego a tonto pero la polla tiene el sobre nombre de Gili lo que es preocupante
Vete, así como siempre, sin hacer ruido y sin haber dicho que estuviste presente…
Que yo asi es como me hago fuerte, a base de cazos de hojalata que enfrían las cosas como si fueran del norte
No te acerques, no enciendas ni reavives el ultimo sobrevivir del humo que ya ni huele
No hagas girarme, llevo el peso adecuado en cada brazo como para no hacer mover al cuerpo en movimientos bruscos
Camino recto sin desvíos antojadizos, con tu cara en cada huella y con el destino como horizonte nuevo…