iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

miércoles, 23 de enero de 2013

A mejor



Nuestra segunda parte nunca sería la mejor
Cuando alguien deja a otro a medio corazón... nunca se va a mejor
Yo lo sabia, y aun asi me arme de valor, de ese, del malo
Del que sabes que no va a mejor, pero que contenta al de al lado

Yo no fui feliz del todo, me faltabas tú y me sobraban caminos y cielos
Pero me hice la valiente y no le temí a ningún ruedo
Pero llegarían los vacíos y todo me parecería tremendo…
Tremendamente vacío todo sin estar por ti ocupado

Te esperé todo el tiempo del mundo, tanto
Que los árboles un día llegaron al cielo
Y no me lo pensé, no, quise darte aquel beso
Que un día de Enero quedó en el aire sin ser usado…

Sin ti no se va a mejor, perdí mis manos por aburrimiento
Por el anhelo que cruje las partes de un cuerpo que echa de menos
Y el tacto que enmudece cuando nota que alguien no regresó…

Desde su copa te sentí y nos tomamos una última
Aquella con la que hubiéramos celebrado hoy nuestras risas
Me abrazaste como se abrazan las hojas cuando hace frío
Y notan que el perenne las va a separar hasta una próxima primavera
En la que volverán a luchar contra ese viento que siempre hace de las suyas
Y se empeña en separar lazos, los que solo consigue romper el río
Cuando corre por mis piernas y tú te sueles enganchar, negándote a ir del todo
Sin temerle a corrientes ni piedras… sin temerle al tiempo
El que ha hecho de todo algo distinto, con giros de argumentos, nuevas historias y otros motivos…

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