iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Las cuatro estaciones



Cuando pasen las cuatro estaciones
Ya habrán pasado las primeras veces de todo sin ti

Dicen que me sentiré mejor, que no temeré a las festividades
Porque pasarán a ser de segunda y el recuerdo ahí se sufre de una forma más Light

Mientras tanto extraño tus pasos y el saber que estabas siempre cerca
Dar por hecho que nunca te marcharías…

Ahora la dureza viene precedida de un terrible “nunca más” que me hace temblar y debilitar
Yo quería haberte visto toda mi vida, acabarla juntos y sin memoria…
Pero te fuiste antes y mi mente desde entonces no deja de revivir la historia pasada que nos unió para Alegrías y penas

Y es que aunque cambiáramos, todo quedó roto y lleno de vacíos
Insuficiente es el dolor cuando dañas pero al menos sigues acompañando…

Luchamos contra el destinado naufragio e irremediablemente acabamos
Derrotados y vencidos por el dios que manda en nuestros indefensos hilos…

Te fuiste y contigo se fueron todos los perdones
Y aunque no dio tiempo a mucho más, quedamos en paz y en calma
Con una bandera blanca a la vista de los dos con un enorme corazón en el centro
Ese que te entregó de por vida mi corazón…

Desde entonces me agarro fuerte a él y seguidamente siento el calor de la unión de tres soles que no dejan que a mí llegue ninguna triste Navidad que cubra sonrisas.

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