iNTRO
Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
domingo, 14 de agosto de 2011
El tiempo justo en la cárcel
No hay conversación, este encojono me agria y pierdo los tantos escrúpulos que contigo tuve siempre
Para siempre hacértelo todo mas fácil, pero me fallas, cuando por ti quedo en el aire
Vuelos sin retorno que siempre me dejan ahí, sobrevolando la decepción del que después de tanto pierde
Tu te vas al balcón a que te de el aire, por obligación tiendes a apartarte
A mi no me sale hablarte y tú... ya defendiste lo indefendible y duele, mira como duele…
Dale voz “al tele”, seguro que nos distancia un poco más
Yo con estos cascos creo ir ya por el parque, creyéndome lo que no es la película de mi vida
Lejos de esta casa criba en la que siempre acabo atascado
En la que no se te pasa una, y como grano… siempre explotas
Y aunque me canse, patalee y te diga que no aguanto más... siempre se perdona culpables
Que por matar pasan el tiempo justo en la cárcel y de nuevo al disfrute de la calle
Yo robé jamones y llevo ya diez de veinte y no es más que la impotencia la que endurece mis barrotes
La que hace rechazarte aunque hoy tocara postre… porque duele, mira como duele no entenderte…
Dime que me quieres, que no sienta que te olvidaste
Como en esos cumpleaños en los que nos cruzamos temprano… y se te olvida felicitarme
Y me voy con toda la pena de una jornada completa en la que a la vuelta ya luego no te veré
Porque decidí desviarme y sentirme bien aunque ya fuera tarde, cuando solo te importa la gente que quieres…
Me condenas el tiempo justo en la cárcel, tiempo que luego no puede recuperarse
Tiempo que hace distanciarme de lo que tanto me cuesta sentir por ti a veces…
Jurado popular, el tuyo propio, que se basa en lo que te tira más que nadie, quien llegó antes
Y yo empiezo a rendirme, a retirarme con letras de desastre recuperable, pero duele, mira como duele despreciarte
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