iNTRO
Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
miércoles, 25 de mayo de 2011
Mientras siga disponiendo de 24 horas
Me libero las muñecas, las despojo de reloj y puntero que las delimiten a un instante
No quieren horarios ni citas previas, quiero liberar las argollas de mis tobillos y correr
Hasta donde tú estés, darte de mis manos beber, hacerte fuerte y aprovecharte
Darte la mano y sobrevolar árboles, reírnos de lo pequeño que queda todo donde estábamos antes
Se destaparon las mirillas y se cayeron las mascaras de mi carnaval
Ahora veo con total claridad las intenciones de la gente y mis objetivos se vuelven carnales
Sumisa a tus antojos los haré disimuladamente sin llegar a malacostumbrarte
Es mi regalo de recuperación, mis ganas de tenerte por mucho tiempo estival
Ofrecerte mi tiempo sin tener planes anteriores que sentencien a nuestra cita
Lo único que quiero hacer el alargar la ley de la vida, dejarla por embustera
Agarrarte fuerte y acompañarte mientras siga disponiendo de veinticuatro horas
Que hagamos tonterías y pisemos fuerte el suelo y su vida, empaparme de cosas sencillas
Las que no aprecié viviendo entre nubes altas, tierno algodón que a la larga se desmorona
Y viene a traerte, sin hacerte al cuerpo, a piedras y hierba que aun no fueron segadas
Por eso sé que estoy a tiempo de avanzar ligera, que si me caigo no me haré daño
Alguien dejó que el terreno estuviera en condiciones para este momento melancólico
Por si me descuido y te caes… sé que si hay hierba te reirás, yo también me tiraré al suelo…
Ahora levanta, no tenemos mucho tiempo la verdad…
Esta recuperación quizás falla y no podemos dejar nada a medio atar
Gracias a mi seguridad haremos amena la caminata
Sé que pronto estaremos de vuelta, que volverán las gaviotas
Y nos sobrevolaran con la misma poca vergüenza de siempre, esa que impresiona
Y que siempre nos deja la boca abierta, con esa posterior sonrisa que de ti me encanta…
Los sueños no se recuerdan, este te mienta y no se me olvida…
Resulta que justamente en el momento que el mundo se acaba
Nos ponemos de acuerdo para llamarnos… comunicamos y así nos quedamos con las ganas,
Con la última sensación de la que nos acordamos, se me vino tu fragancia ahora
Por primera vez y en un caso desesperado, te vas, te me vas…
Nos hemos puesto de acuerdo para decirnos a la vez y como vez ultima
Un sincero te quiero que a cada uno nos llevara a distintas vidas
Y así empieza mi fuerza, con todas mis ganas de contradecir a los supuestos
Que por leyes o destino me insinúan que puede que pueda perderte…
Empiezo a soltar semillas con la única esperanza que broten en el próximo estío
Tiene que ser nuevamente la nueva hierba que marcará nuestras huellas fuertes
Y así continuar el ciclo, ese al que me aferro en sus giros y desplantes
Esta no será la última vez, mientras siga disponiendo de veinticuatro horas por ti lucharé
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