iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

lunes, 19 de septiembre de 2011

No sé cuantas horas




Empieza a contar el reloj, de aquí al cielo más rojo
Ese que saca de nosotros lo más guapo, hoy hago yo que te levantes de ese sillón
Esta mañana también brillarán tus ojos, porque yo lo digo, y con la coña lo consigo
Empalmamos el final de un día en pie con el principio de otro que no nos dará tregua
Porque este viaje se acaba, nos acabamos de conocer y no, no me da la gana…

19 horas, sin más y con su todo, nos vamos de viaje después de una media noche de intro
Sabiendo lo mínimo ya me fío, no hay mucho de esta calidad en la que poder confiarte, dándole la mano…
Y aunque te regalé el llegar… tú me haces algo superior a lo ameno por el camino
Nos saltamos capítulos, quedó tanto en este tintero, pero siempre tiene que ser dulce la introducción al caos

Ahora pisa fuerte, asienta tu estabilidad y empieza a palpar la tierra califa
Aun quedan antiguas huellas por estas calles, quedan las nuestras, más que pesadas después de no se cuantas horas
Somos cuatro extranjeros espontáneos que saltaron de una a otra cuidad sin llegar a porfiar
Y míranos, anoche tú estabas ya a punto de cerrar esta aventura, yo me iba a volver a negar…

Hoy no sé cuantas horas pasaron pero continúan a tiro fijo y sin pararse a pensar, porque es lo que queda
Nos quedan solo unas horas para que el telón se baje y tache de fin a todo lo que te rodea
Por eso lo mejor es caminar, con las ganas de alargar el día y alejar la despedida…

Una vez en el sitio clave desapareciste, cogiste aire y era aire lo que necesitabas
Agarrarte a una columna y sentir ese arte al que no le pesa el tiempo ni las ventiscas
Te alejaste, yo sé que al respirar tan fuerte se te quebró un recuerdo y no paraste de andar
Hice por decirte que te perdías pero vi que lo hacías a conciencia, por eso me callé y me dediqué a verte merodear
Fui cambiando de ventanas y ángulos y quedaba claro que estabas a salvo en esa montaña

Te llevo en mi estuche particular, ese que no se abre así por que sí ni deja nada escapar
Te lo prometí, si tu no vuelves yo iré, te lo prometo, te contaré las grietas de este malestar…
Los lazos se dejan caer sobre la tierra y son ellos los que recorren toda una península
Ya llegaron, ya estamos a salvo y en contacto, no sé cuantas horas se tarda en llegar
Pero ya hay punto de conexión, solo tienes que pulsarme y activar mi disponibilidad
No es lo mismo, pero ya será…