iNTRO

Este blog no es un diario, paginas a rellenar en lo que hago en mis días.
Nuestra vida no es más que millones de versos ya vividos, aventuras,
historias de idas y venidas, lagrimas y alegrías inesperadas.
Una vez vividos... nos disponemos a recordarlos,
a veces al escribir un texto en un rato,otras veces de por vida.
Aquí encontrarás lo que no buscas,
la historia más simple te hará recapacitar,
la más tonta se te hará familiar, la más mal sonante te aliviará en un mal día...
Nada de lo que se escribe aquí se refiere a mi,
a la vez sus frases soy yo en su totalidad.
Sin dedicaciones al final de cada texto, de cada canción muda,
como yo las llamo, cada uno tiene su sitio,
en las que me incluyo a mi mismo al pasearme por estas historias...
Quien me conoce sabe el por que de esto,
el desahogo de años acumulando documentos en el ordenador
y perdiendo tantas cosas entre formateo y formateo...
No pretendo que le guste a nadie, no pretendo nada perfecto,
solo un rocío de letras que lanzadas al aire hablen de muchos de los que paséis por aquí,
o de aquello que fue y no queremos olvidar...
Por eso seria muy gratificante que al menos una de estas historias te llegue,
la interpretes, la hagas tuya y por que no,
que te emocione (nunca viene mal esto de depurar por muy deprimente que suene...).
Espero que encuentres algo aquí que cuando salgas te haya hecho pensar
en algo que quizás ya habías olvidado,
aquellos versos una vez vividos. Jose Martín.

sábado, 20 de abril de 2013

La magia de los duendes


Ya no somos niños, crecimos y nos reproducimos
Mi recuerdo te conserva como esa pequeña que me acompañó
Siempre queriendo ir de las manos, siempre seguros
Nuestros derroteros fueron por campos distintos

Yo fui gaviota, tú quisiste seguir siendo estrella…
Pero siempre cerca del mar, guardando el secreto de las perlas
Como bien prometimos por mucho que el tiempo nos hiciera crecer…
Siempre mantendríamos la magia, la magia de los duendes
Aquellos que resultaron ser ranas, pero que más da después de tal aventura
El destello que hoy recuerdo como eso, un momento de los buenos
Aunque sean pequeños los flashes que recuerdo, es el inconveniente de vivir un cuento
El trato que hicimos siendo jóvenes en aquel lugar virgen en el que brotamos

Puede que piensen que perdimos el tiempo, que jugamos al incierto
Pero cree, como yo creo, que esto fue la introducción hacia el paraíso
El descarte del cuerpo equivocado, apoderarse del cuerpo amigo
Siempre supimos por donde saldríamos, mas tarde o temprano
Nunca me hice el cuerpo, nunca tuviste el valor de acabar con él de un zarpazo
Entonces dices que nunca lo hiciste antes y alargaste el adiós cuatro años y un pico
Ese que me llevo colgando por las calles más abarrotadas y yo muriéndome de gusto
Mientras daba pasos en tu contra, mientras más rápidos eran, más pronto nos encontrábamos

Luego vendrían los duendes a darnos un par de tirones
Y nos dimos cuenta que las cuerdas tirantes pueden pasarse una vida sin ceder
Entonces te dí mi mano como antaño y nos colamos en aquellas calles
Expuestos a la gente que le gusta entrever, y asi nos vimos, vistos por los atardeceres
Dándote de fumar mientras no se puede parar de recordar que hicimos con el ayer
Hoy no damos explicaciones, nadie entendería este cambio de sentido con su derrape
Por lo que ahí vamos, hablando y dando de hablar por el simple hecho de acercarme
Otros intentan adelantarse y llegan tarde, todo esta claro entre estos duendes…

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