Rebelde abeja

Dicen que soy una abeja, a rallas, como encarcelada
Tono pálido de amarillo mahonesa, casco negro de guerra
Aleteo que forma la silueta de la montaña de la que vengo
Isla desierta a la que me dirijo con la única esperanza de soltar veneno
Nadie me persigue y en plena soledad me siento única…

Empiezan a caer bombas y yo a tres mil pies de distancia
Me siento libre y no por naturaleza, rebelde abeja que sobrevuela…
Los campos de amapolas muertas y rosas inoloras que quedan en las injustas despedidas
No tienen la suficiente fuerza para frenar mi oleada de júbilo y velocidad…

Desde aquí veo todo aquello que tú me prometías
Todas esas estrellas que no veía, esas que decías que eran mías…
Más que nunca ahora soy mía, más vacía, más neutra, menos ingenua
Dura como una bola de nube, dolida como una llama nevada
En cualquier estado esta te maldice la vida, dios me deja…

Huyendo de ti, te dejé bebiendo una última copa que te entretuviera
Mientras yo cogía mis cosas y saltaba por la terraza, sin esperanzas a regresar
Con la única y resistida oportunidad que me vi obligada a agarrar
Pero me reclamas, no me dejas escapar con tus contrarias y yo sumisa
Que me lo pienso lo necesario, quizás es la ultima oportunidad esta de ser tuya…

De la colmena a tu cama tan solo ha habido siempre una avenida de rosales sobresalientes y lenguas de bordes
Donde hablan que hicimos lo suficiente para una redada de infartos
Donde nos detuvieron por escándalo publico y resulta que nadie se enteró
Quedó entre los dos y mi amor de hizo violento aguijón adicto a tus fuertes vaivenes
Pero tras un desahogo animal, mi corona desde su lugar, me gritó un contundente basta
Y por eso el motivo de mi salida de tu cama, ese campo de ombliguitos que tanto me relajaba…
A día de hoy sigues apurando ese culo amargo que al final queda
Y yo sin mirar atrás sé que en poco tiempo te tendré cerca
Porque no aguantarás y la vida se hará justa…