La Colorá Crocheando

Ella crochea mientras murmulla y yo hago como el que no escucha
Matando el tiempo que a veces la mata…. Va saludando a la mañana
La colorá tiñe de naranja este día de la mujer impaciente…
Mientras a mi me faltan horas tengo tiempo para pararme y describirla
En su murmullo que me para y hace pensar que sigue siendo ella
Plena en su olor a jazmines y algodonera que me envuelve cuando me besa
Al haberle recordado que hoy también es mi día…

Y a veces me mira pensando el por qué de mi frenada
Creyendo que me sumerjo en la historia de dos republicas
Cercanas a la fecha de su llegada, todos esos años que nos separan,
de lo que a veces no soy consciente…

Y sigue enmarañando sus hilos dentro de esos firmes dedos
A la vez que se lía y despista a mi intento de evadirme lejos
Porque es mi único momento, pero ella me persigue y yo la necesito
Necesito la marea de su respiración en mi lado izquierdo
Memorizarla en mis adentros porque quizás hoy es un día de esos…

Descubro que aun queda algo de esos suspiros, que como cicatrices brotan en huecos
Por falta de los que se fueron, por los que quizás faltan que se vayan…
Se alargan los hilos, se agranda la telaraña de meses que luego serán vestidos blancos a medida

Tras varios minutos encorvada, se apoya y se vuelve a incorporar
Mi pequeña gran persona, la que hace grande a mi día
Estos momentos de parentescos a los que les hago un paréntesis… por necesidad, sentido y vida

Y así pasa mi mañana madrugada, observándola a ella
Mientras sigue pensando que no consigo distraerme con nada
Sin saber que es su baqueteo el que me encanta
Su manera rápida de estar despierta y harta de cama
Su imperdible la ata a su rebeca negra y su cadena encontrada por fuera

Esa es ella, la que está de vuelta tras haber pensado haberla perdido
En la huerta del olvido…
Vuelve del limbo del silencio con el movimiento de un colibrí prematuro
Que mira su nido tejido, su pañito a medio camino….
Con su único arma, esa aguja de plata de punta plana
Que con un movimiento certero se entrelaza en mis pestañas de reojo
Que la observan y embelesan, que no cambian ahora por nada

Gira y da vueltas, gira y se despista y me brota una sonrisa de mejillas a mandíbula
Sin que así crea que me hace gracia algo de estas paginas
Es ella, ella y sus blancos cuadritos, que ni en clase de arte veo más detalles…
Ella y su historia que hace a la mía menos memorizada y a la suya inmensa en mi cabeza

Ella y su contrarreloj, se despista y va por otros senderos menos mecanizados
Se mira las uñas, se coloca bien la cadena, se mira las uñas, respira, sigue chocheando
Y viene el bostezo que la delata y se la lleva sin apenas darse cuenta
Hace mucho que se fue a dormir, hace mucho que vive desvelada…
Mueve y criquea su boca al mismo tiempo que la coloca
Sigue tejiendo y yo perdiendo horas de memoria si saber cuando parar de admirarla

El paño se hace grande tapando sus rodillas, se reposta y cruzada de brazos me mira…
Sabe que pasaron los años, quizás está recordando algo de aquel que fui y ella recuerda
Sus suspiros se hacen lentos , soltó la aguja, su arma de entretenimiento
Reposa a su mente nervio y le da el gusto a sus parpados
Y yo acabo ya de mirarla porque noto como ya no me mira…
Disimulando a la vez, sabiendo que se me acaban los huecos y el papel, peor no las ganas….